El compromiso laboral es innegociable

Cada vez más generaciones con sus distintas ambiciones y metas profesionales, cada vez es más complicado fidelizar y cada vez es más difícil la alineación de los objetivos personales de los empresariales.

 

Todos sabemos que el compromiso en los diferentes ámbitos de la vida genera buenos resultados. En la sociedad, en el deporte y en la familia, por citar casos claros. Pero más claro aún debería ser el mercado laboral, aunque las dificultades van en aumento.
Cada vez conviven más generaciones con sus distintas ambiciones y metas profesionales, cada vez es más complicado para las empresas fidelizar a su gente y cada vez es más difícil la separación o mejor dicho la alineación de los objetivos personales de los empresariales.
La falta de compromiso laboral deriva de muchos factores, pero es claro que repercute directamente en los resultados de cualquier compañía. Esto ha inspirado a que los departamentos de RRHH estén cada vez más centrados en lograr el compromiso de sus empleados porque los beneficios son muchos para ambas partes.
El compromiso laboral es un vínculo entre los empleados y la Compañía. Se traduce en una actitud proactiva por ambas partes que hace que ese vínculo se extienda en el a largo plazo manteniendo su calidad.
Pero hay datos preocupantes en la actualidad que denotan la falta de compromiso laboral que sienten los empleados. La última encuesta sobre Tendencias elaborada por Willis Towers Watson concluye que el 87% de los empleados no se siente comprometido con su trabajo. Otros análisis como el Workforce of 2020 elaborado por Oxford Economics confirman que sólo el 13% de los trabajadores dicen estar comprometidos con su empresa.

Las consecuencias negativas de la falta de compromiso

Baja la productividad laboral.
No se cumplen los objetivos y, por tanto, se produce una pérdida de ingresos.
Se produce una fuga de talento.
Crece la incertidumbre y la inestabilidad entre el personal, lo que provoca un ambiente pesado.
Factores que influyen en el compromiso con el trabajo de los empleados

Detectando la falta de compromiso

Tal vez esta sección podría no estar. La falta de compromiso “se respira” día a día en quien la tiene, está “en el aire”…
De acuerdo con un estudio confiable, las quejas, los chismes y las mentiras son solo algunas de las peores características de los empleados que no se comprometen. Son fáciles de identificar después de hablar con ellos por algunos minutos, ya que no les interesa si la empresa fracasa o tiene éxito. En vez de hacer crecer tu negocio, lo están estancando.

Pero por si hiciera falta, aquí van los que considero los 9 aspectos de un empleado que no quiere comprometerse.
Quejas: Siempre están quejándose y nada es lo suficientemente bueno para ellos.
Excusas: Nunca asumen responsabilidad por sus acciones y siempre dan excusas.
Falta de entusiasmo: Cuando surge una nueva tarea o proyecto, siempre muestran el menor entusiasmo.
No ayuda a los demás: Siempre dicen “no es mi trabajo” y jamás están dispuestos a ir más allá.
Chismes: Destruyen la moral y la dinámica de equipo. Crea grupos dentro de la compañía.
Mentiras: Alguien que miente e inventa historia es peligroso para el equipo.
Independientes: Están decididos a trabajar por su cuenta. La colaboración es fundamental para prosperar como equipo.
Sin iniciativa: Espera a que le digan qué hacer.
No hay preguntas: No están dispuestos a preguntar y aprender cosas nuevas.

Es importante detectar estos “síntomas” a tiempo y trabajar en la solución para evitar que realmente se llegue a una falta de compromiso final que termine impactando fuerte en los resultados del equipo.
Muchas veces, la sensación de estancamiento profesional es una señal muy fuerte que nos da un profesional. En estos casos, poner mucha atención en la comunicación, la sobrecarga de trabajo, la correcta función de liderazgo, la formación y los cambios internos bien gestionados, por poner los más relevantes.

Cómo mejorar el compromiso laboral?

Hoy en día, todos apuntamos al tiempo libre, los beneficios sociales y en general el equilibrio de trabajo-familia, pero hay muchos más.
La incertidumbre no ayuda. Si una empresa quiere que sus empleados se sientan parte de la compañía, es esencial comunicar sus metas y expectativas y compartir información. La transparencia facilita que el empleado y empresa compartan los mismos objetivos. Eso implica también escuchar las ideas y propuestas que pueden hacer mejorar a la empresa.
Generar un ambiente fuerte es importante. Si los empleados no se llevan bien entre ellos, no interactúan lo suficiente o no participan de forma activa en la mejora de las relaciones, los problemas no tardarán en llegar y afectarán al rendimiento y a la productividad de la compañía.
Reputación y ética. Los empleados estarán más comprometidos con la empresa si sus líderes son un ejemplo, si su empresa tiene una buena reputación, si los productos que venden están bien valorados. La sensación de trabajar en un lugar siempre criticado desde fuera (o incluso desde dentro) hará disminuir el compromiso de sus empleados.
Confiar y delegar. Si una empresa quiere retener talento debe confiar en él. Reforzar su liderazgo y tener en cuenta sus ideas mejorará su compromiso y será beneficioso para la organización.

Falta de compromiso y las generaciones

Ya es común que los ambientes de trabajo deban mantener un clima laboral que comparten hasta cinco generaciones diferentes. Eso significa que cada una de ellas cuenta con diferentes habilidades, experiencias e incluso hábitos de trabajo. Es muy posible, y más aún con el boom del teletrabajo, que incluso todas esas generaciones provengan de geografías diferentes.
Veamos las características de estos grupos generacionales

  • Tradicionalistas. Su perfil es el de un empleado que lleva en la empresa toda su carrera profesional. Por tanto, el compromiso y la fidelidad están muy arraigados.
  • Baby boomers. Nacidos entre 1945 y 1960. Su incorporación laboral fue temprana y cuentan con una larga trayectoria profesional. Han desarrollado una fuerte cultura del esfuerzo y de fidelidad a su empresa.
  • Generación X. Nacidos entre 1960 y 1980. Ocupan generalmente los puestos de rango medio en las empresas, por lo que suelen sentirse presionados por los mandos superiores y por la competitividad de las generaciones venideras. Buscan la estabilidad laboral y, por todo eso, son la generación más temerosa a perder sus trabajos. Eso los hace más ambiciosos.
  • Millennials (Generación Y). Nacidos entre 1980 y 1995. Son la generación más preparada. Se caracterizan por demandar autonomía y confiar en el ascenso rápido en la empresa, mantener una mentalidad abierta y haberse desarrollado en un mundo globalizado y digital. Pero también se caracteriza por su escaso compromiso y fidelidad con la empresa y su búsqueda constante de nuevos desafíos.Generación Z (Centennials). Nacidos a
  • finales de los noventa y principios del siglo XXI. Tienen perfiles muy creativos y con un alto nivel de adaptabilidad al cambio. Dominan las tecnologías y las redes sociales y buscan trabajos acordes a sus vocaciones. Eso pesa más que el aspecto económico o de promoción.

Falta de compromiso en los equipos de trabajo

Dentro de un equipo nos podemos encontrar con todo tipo de asuntos que merecen la pena ser tenidos en cuenta, pero la falta de compromiso es quizás el punto más crítico de todos.
La realidad nos demuestra que los equipos, si están fuertemente unidos, pueden superar cualquier crisis. De ahí la importancia de lograr cohesión y fuertes vínculos entre los miembros, vínculos que favorezcan la confianza, la comunicación y honestidad. Pero a veces ocurre que algunas personas que están dentro del equipo no están lo suficientemente comprometidas con el proyecto, con el objetivo o con los miembros del propio equipo. Entonces es cuando empiezan los problemas.
Cuando una de las partes del equipo o varias, muestran falta de compromiso, están poniendo en peligro gravemente la supervivencia del equipo, es como un virus que ha entrado en el equipo y que le pondrá en peligro.
Una crisis es un momento de crecimiento y fortalecimiento de lazos y vínculos, pero sólo algunos lo ven así. Sin embargo, en cualquier crisis, están los que se quedan en el barco y están los que se van corriendo. Todos tenemos varias relaciones con personas a las que queremos y formamos parte de algunos equipos.
Es posible que en estas relaciones y equipos, podamos aceptar comportamientos que no son los mejores, podamos cometer errores y aceptar los errores que otros cometen, y tener mucha paciencia para que las personas a nuestro alrededor cambien o mejoren, pero ¿aceptarías la falta de compromiso?, ¿especialmente después de haber probado casi todas las estrategias?

Como decía un colega, “con el compromiso no negocies, brinda el 100% y pide lo mismo a los demás”.

Esperamos que te haya sido útil. Hasta la próxima!

febrero 23, 2022
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