Claramente no se necesita ser un empresario para pensar mentalidad de empresario. Así mismo no necesariamente un empleado debe tener “mentalidad de empleado”. Hay una gran diferencia entre quien quiere salir adelante y quien no.
Muchas personas no lo pueden ver, pero hay quienes piensan como empresarios (aunque no lo sean) y quienes lo hacen como empleados toda su vida.
Aquel trabajador que tiene la mentalidad de empleado es quien siempre busca beneficios a cambio de poco. Sí, aquellas personas sin iniciativa que se limitan a realizar sólo las tareas que le son específicamente indicadas, sin preocuparse por hacer nada más que eso, es decir, sin aportar un plus personal, pues cuando queda un poco de tiempo libre lo utilizan para algo tan simple como no hacer nada.
Las críticas a sus compañeros, superiores o cualquiera que «se meta con su trabajo» son parte de todo el paquete, uno donde simplemente se busca crear una dependencia que garantice un sueldo mensual, con horarios establecidos e instrucciones claras.
Haz notado que hay mucha gente que mira exclusivamente al cobro, o a lo que percibe en monedas?
Reconoces que hay mucha gente que actúa diariamente en una especie de resentimiento constante?
Y los que parece que tuvieran siempre ese serrucho a mano, para hacer un poco de mal a los demás, especialmente a los que le generan competencia?
Conoces a los que siguen a su jefe y se muestran permanentemente pare él, y cuando no están se transforman en otra persona?
Todos, en mayor o en menor medida, tenemos algo de mentalidad de empleado, aunque espero que no demasiada….
¿Qué debemos hacer entonces para abandonar esos pensamientos y comportamientos?
1. Sé consciente de dónde te encuentras…
…y las cosas que toma en cuenta la empresa para la que tu trabajas. Y es que generalmente, una persona con mentalidad de empleado cree que la empresa le debe; sí, que le debe los días que se sintió mal y aún así se presentó a trabajar, las actividades recreativas o simplemente personales a las que tuvo que renunciar para poder hacer lo que «tenía» que hacer.
Pero, la realidad es que la mayoría de las compañías no suelen tomar en cuenta los esfuerzos o méritos genuinos por encima de las políticas internas. Si estás al tanto de ello, es una buena forma de no sufrir una desilusión con tu trabajo, pues si crees que la empresa te debe y no reacciona como crees que te lo mereces será más grande la decepción en momentos de inflexión.
Conoce las políticas, conoce el lugar donde trabajas y siempre recuerda que no estás obligado a estar allí.
2. No te quedes con lo que hay…
…busca un poco más y sé creativo. Si trabajas como freelance esto te ayudará a resaltar y tener más trabajo; si lo haces para una empresa, la creatividad te permitirá disfrutar más tus deberes, aprovechar las oportunidades internas y resaltar de entre los otros empleados.
3. Deja de lado las comodidades y busca trabajar con metas…
…si en tu trabajo no las exigen, exígete metas personales para superarte en lo que haces. «La creación se da en la incomodad, en la imposibilidad, en la carencia».
4. Aprende todo lo que puedas de la empresa que te ha contratado…
…incluso busca un poco más y toma todo lo que puedas como aprendizaje.
5. Crea una red de contactos…
…Siempre, las personas nos podrán ayudar para algo. Abandona la mentalidad de empleado y sé consciente de que una red de contactos puede ser muy valiosa en el ámbito laboral, ya sea para pasar mejor el tiempo, para escalar en la empresa, hasta para buscar otro empleo.
6. No tengas miedo…
…¿Qué es lo más grave que te puede pasar? Una persona con mentalidad de empleado ve los momentos de crisis como aquellos que sirven para agachar la cabeza y esperar a que todo se calme, generalmente por miedo a lo desconocido. Deja eso atrás y crea una nueva mentalidad donde la aventura y arriesgarse sean el inicio de un proyecto profesional con grandes beneficios.
7. Trabajar en un equipo real…
…Para alcanzar sus proyectos y metas, una persona sin mentalidad de empleado, no le importa trabajar con otras personas. Los equipos siempre serán importantes. Escuchar ideas, expresar las propias, llevará a obtener un bien común.
8. Abandona la infelicidad…
…que no te importe la dinámica, que te importe el rumbo que quieres en tu vida profesional y personal.