Ya sea a través de cursos on line, in company o actividades abiertas, la formación ofrece a las empresas un margen de acción para preservarse de los altibajos macro y aumentar su capacidad productiva.
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Hacer un diagnóstico.
Hoy, la capacitación va más allá de adecuar conocimientos y habilidades: es un diferencial competitivo orientado a cambiar actitudes.El primer paso es hacer un diagnóstico de cómo la estructura puede potenciar el negocio y medir el gap entre las habilidades y las necesidades, dice Cynthia Cuculiansky, socia de BDO, a cargo de Soluciones en RR.HH. y organizaciones. En momentos de incertidumbre, la inacción es frecuente; es importante avanzar en lo que está en marcha y mantener a los empleados comprometidos, agrega Liliana Zamora, directora del Centro de Desarrollo Sistémico. Definir prioridades ayudará a elegir planes que produzcan resultados mensurables con impacto para el negocio.
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Considerar los créditos.
Si hay préstamos a tasa fija, en pesos, una opción es invertir en bienes de uso. Otra, capacitar recursos. Una posibilidad es acceder al crédito fiscal para la capacitación de la Sepyme, que permite a las firmas obtener reintegros por sobre la inversión que realicen en la capacitación de sus recursos, en actividades abiertas (en instituciones) o cerradas (a medida). Los reintegros se materializan con la emisión de un bono de crédito fiscal a favor de la empresa, que debe presentar su solicitud en el programa de Crédito Fiscal del Ministerio de Industria. El plan permite recuperar hasta el 70% de la inversión, explica Alicia Verna, directora de AV Consultores Pymes. El proceso es ágil; vale la pena aprovechar el momento, alienta Andrea Grobocopatel, directora del Programa de Gestión Empresaria para pymes y para Mujeres Empresarias en la UCA y presidente de la Fundación por el Liderazgo de Organizaciones Responsables. Pero, antes, hay que evaluar qué se necesita. De lo contrario, el costo es no ir adonde hay que ir, alerta Cuculiansky.
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Definir la línea de trabajo.
Diagnóstico en mano, evaluar las alternativas de acción: ¿Talleres, junto con tareas alrededor de proyectos organizacionales? ¿Un recorrido con algún trabajo compartido sobre un proyecto? ¿Capacitación in company o curso en una institución? ¿Un outdoor training? En los cursos a medida, el primer paso será, tras elegir consultor, diseñar una actividad piloto que represente, en forma aleatoria, a la organización, explica Zamora. Luego, se harán las modificaciones para el resto de las actividades, centradas en las necesidades de la firma. Asimismo, acceder a un curso abierto le permitirá a la pyme compartir experiencias con otros empresarios, algo muy valioso para las firmas familiares, señala Grobocopatel.
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Fortalecer mandos medios.
Optar por una capacitación que involucre a todas las estructuras demanda una inversión alta. Algunos consultores reconocen que una estrategia efectiva es fortalecer los mandos medios, para que tengan herramientas para bajar en cascada. Ellos son los guardianes de la cultura corporativa. El impacto que se puede conseguir es alto para bajar a las otras jerarquías, no sólo herramientas técnicas sino, también, la estrategia de la empresa y hacia donde va el negocio, explica Cuculiansky. Además, recomienda trabajar en programas de comunicación interna.
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Potenciar el liderazgo.
Ante una coyuntura con altibajos, no sirve demasiado la democratización de la gestión, dispara Ernesto Sandler, CEO de Bellavisión Entertainment. Es necesario que los responsables de gestión asuman un liderazgo fuerte para inspirar confianza en los empleados, proveedores y consumidores. La gente busca una brújula que marque el rumbo y dé seguridad, agrega. Hay que armar programas intensos para motivar, agrega Cuculiansky. Si bien parece que la coyuntura no es óptima, quedarse paralizado es lo peor que puede pasar, concluye Grobocopatel.
Fuente: El Cronista