“El trabajo como lo conocemos está muerto y la única forma de avanzar es desafiar la convención sobre cómo trabajamos, cómo lideramos y cómo construimos nuestras empresas”, Jacob Morgan.
Se caen paradigmas, aparecen nuevas exigencias, nuevas figuras como líderes más inspiradores, una formación profesional diferente y mucho más democrática.
Por su parte McGowan y Shipley, en su libro “la ventaja de la adaptación” sostienen que aunque la tecnología puede ser el motor principal de un cambio masivo, los seres humanos permanecen en el asiento del conductor y así plantean un futuro en el que seremos actores de compartir conocimientos y construir culturas significativas en nuestros trabajos.
Las condiciones de trabajo, fruto de esta pandemia evidentemente aceleraron los cambios. Si bien muchas empresas se aferran a los sistemas anteriores (tradicionales), la realidad podrá más. La figura del teléfono celular, plataformas colaborativas, el WiFi omnipresente y el nuevo concepto de home office entre otros, son algunos de los elementos claves.
Y pensemos cómo hemos llegado hasta aquí.
En las últimas décadas, independientemente de la pandemia, el lugar de trabajo ya había cambiado de muchas maneras, al igual que los empleados de nuestras empresas. Los empleados pasaron de ser simples engranajes de los motores de la industria a ser los activos más valiosos de una empresa.
Además, ya son muy pocas personas trabajan para la misma empresa durante 10 años o más como solían hacerlo nuestros antecesores. En épocas no muy lejanas, los empleados se contentaban con ascender dentro de una sola empresa y estaban felices de trabajar largas horas para ir escalando gradualmente. Ahora es diferente. Los empleados están realizando sus propias trayectorias profesionales, cambian de empresa e incluso de industria.
Así es que llegamos al día de hoy con una de las palabras clave de los empleos modernos que es sin duda la flexibilidad. Esta que se extiende a diferentes áreas: los horarios, las condiciones, el uso de equipo, el trabajo personalizado, formación de nuevos equipos, etc etc…
A todo lo anterior se le han mezclado las necesidades generacionales de las personas que trabajan en las organizaciones. Y ya no sólo por haber nacido como parte de una generación, porque somos muchos, la mayoría tal vez, los que hemos incorporado infinidad de cosas de otras generaciones.
El futuro del trabajo
Una de las cosas que está muy clara es que el trabajo tal como lo conocemos ya no existe más y que la única manera de avanzar es reinventarnos. El empleado de hace unos años ya no es el mismo que el empleado que estamos empezando a ver en estos días.
Este cuadro, por demás gráfico, tiene algunos puntos clave que merecen algunos comentarios.
Flexibilidad en el trabajo
Los primeros puntos del cuadro anterior comprenden esta idea de flexibilidad, es decir, trabajar en cualquier momento y en cualquier lugar y ser evaluado no por la cantidad de horas de disponibilidad sino por lo que realmente produce. El futuro empleado solo trabajará de esta manera. Sí, será la única forma de trabajo. Algunas empresas tardarán un poco más en entenderlo o en adoptarlo, pero es algo que no tiene vuelta atrás.
El trabajo personalizado
Cuando comienzas a trabajar, al menos hasta estos días pasados, lo hacías subiendo como una especie de etapas ascendentes o escalera. Tenías que ir ascendiendo con la esperanza de que algún día llegues una posición con la que estés contento. Pero los empleados ahora están comenzando a dar forma a sus propias trayectorias profesionales, cambiando sus preferencias laborales, pudiendo hacer un movimiento lateral dentro de la empresa o mismo seleccionar cuánto tiempo quiere trasladarse.
Conocimiento compartido
Los empleados suelen juntar información y guardarla para sí mismos. Eso les da mucho poder, ya que la información es poder. Y lo nuevo es entender la razón por la que deberían compartir la información. Las plataformas de software están facilitando que la gente comparta información y las organizaciones van creando incentivos para hacerlo. Muchas empresas crean programas internos que fomentan estas acciones, lo que junto a sus sistemas, van dejando de lado comunicaciones clásicas de correo o newsletters para ir hacia el conocimiento compartido y más democrático.
Los nuevos líderes
Hoy en día, cualquier empleado en una Compañía puede compartir conocimiento y a su vez generar seguidores y posicionarse como referente. Esto antes no era tan posible. Es más, los momentos de crisis han provocado un cambio muy importante en el liderazgo, virando hacia profesionales con alta adaptabilidad, ejecutivos y con buena dosis de inteligencia emocional, lo que hace que el líder tradicional ya no es más el único líder que hoy se necesita.
Aprendizaje adaptativo y permanente
Para el futuro empleado no será el conocimiento lo más importante, sino la capacidad por aprender pequeñas cosas nuevas y aplicar esos aprendizajes a las nuevas situaciones y escenarios que van surgiendo. Y hacerlo de manera permanente. No es necesario concurrir cientos de horas a aprender algo, ya que las píldoras de minutos o de unas pocas horas serán suficientes para aplicar algo importante al día a día. Si dedicas tiempo a un tema y te llevas un solo aprendizaje, será un buen logro siempre que lo puedas aplicar.
Profesor y alumno a la vez
Hoy, gracias a las plataformas de colaboración, cualquier empleado puede sacar su teléfono celular y grabar un «cómo hacer algo» o contar una experiencia que merece ser compartida. Puedes tener un truco en Powerpoint, revelar características exitosas o negativas en un cliente, o lo que fuere. El simple hecho de poder conectar a la gente de tu empresa entre sí proporciona una forma de democratizar el aprendizaje. Sabemos que hay miles de acciones y técnicas que son estándares o clásicas y de mucha aplicabilidad, y la suma de éstas a las experiencias de los empleados generarán un contenido total sumamente enriquecido.
Si llegaste hasta aquí, te contamos que este último punto tratado es el eje central de nuestra estrategia. En Cursos Online Iberoamérica estamos convencidos en que la estrategia de formación es sumar nuestros contenidos a las experiencias de los empleados, generando materiales educativos profesionales, auditables, personalizados y completos.
Hasta la próxima!
Gustavo Dematté – Cursos Online Iberoamérica