Sobre competencias, capacidades y habilidades

Conocer la diferencia entre competencias y habilidades, así como saber de qué hablamos cuando nos referimos a capacidades es clave.

 

Puede resultar difícil entender cuáles son las diferencias entre competencias, capacidades y habilidades. Conocer la diferencia entre competencias y habilidades, así como saber de qué hablamos cuando nos referimos a capacidades es clave para cualquiera que se dedique a los Recursos Humanos en general. Se trata de aquellas características del candidato que nos permitirán saber cuál es el más indicado para nuestra compañía. Pero en distinto grado.

Vayamos a las definiciones

Capacidad

La capacidad es el conjunto de cualidades o aptitudes que hacen que la persona pueda ser capaz de desarrollar o ejecutar una tarea, desempeñar un cargo concreto, etcétera. Ahora bien, que tenga capacidad no quiere decir que efectivamente posea la formación necesaria para hacerlo, por ejemplo. Se refiere más bien al potencial de aprendizaje. Un «él puede hacerlo».

Habilidad

La habilidad es la capacidad (habitualmente innata) que un individuo tiene para hacer correctamente algo, cumplir una función y similares. La distinción clave es la «capacidad de realizar» puramente dicha.

Competencia

Las competencias son aquellos rasgos individuales y características que le permiten al individuo desempeñarse de forma óptima en su puesto de trabajo.

En resumen, se trata de una cuestión de «ser capaz» de realizar una tarea: si se es capaz, se dice que la persona tiene una competencia o habilidad. Si no, pero tiene potencial para conseguirlo, se dice que solo tiene la capacidad.

 

Diferencia entre habilidades y competencias

Ya hemos establecido la diferencia entre capacidad, competencia y habilidad, vamos al segundo punto: las diferencias entre habilidades y competencias. Y hemos dicho que ambas -habilidad y competencia- suponen que esa persona imaginaria programa en un lenguaje de programación. La diferencia entre habilidad y competencia es, por tanto, muy sutil. Se basa en cómo realizaría esa tarea.

Si la persona lo hace teniendo en cuenta la importancia de la tarea, tratando de mejorar y buscando un desempeño óptimo es que es competencia, si simplemente la realiza es habilidad. Para que lo recuerdes fácilmente, la competencia hace a una persona competente, la habilidad no.

Ejemplo práctico de la diferencia entre habilidades, competencias y capacidades

Por ejemplo, esto significa que alguien puede tener las capacidades para aprender a programar, pero si todavía no ha aprendido el lenguaje no podemos esperar que empiece programar sin antes pasar por un proceso de aprendizaje. Por tanto, no podemos hablar ni de competencia ni de habilidad. Sino de CAPACIDAD.

Dicho esto, todos los seres humanos se distinguen por poseer algún tipo de destreza innata (o destrezas en menor o mayor medida). Sin embargo, no todos contamos con la misma capacidad para realizar las mismas actividades. Precisamente de ahí viene la diversificación de trabajos, la vocación, etcétera.

Diferencias “históricas” entre competencias, capacidades y habilidades

Quizás la más grande de todas las diferencias que existen entre competencias, capacidades y habilidades sea de tipo histórico.

Hoy día la tendencia es buscar un equilibrio entre estas tres componentes. Sin embargo, no podemos olvidar que durante muchas décadas las empresas han optado por basarse casi exclusivamente en los conocimientos que los candidatos habían adquirido antes de acceder a cualquier proceso de reclutamiento y selección.

Por suerte, en la actualidad este planteamiento queda ampliamente superado.

Por qué distinguir entre habilidades y competencias

Por tanto, hay que tener cierto cuidado a la hora de traer el concepto de capacidad al mundo laboral: el hecho de que todo el mundo tenga cierta capacidad para aprender y desarrollarse, no significa que todos y cada uno de tus candidatos o empleados tengan capacidades para todo. Pese a que con esfuerzo todos pueden aprender, es recomendable ser prácticos.

Vamos a ser más específicos: Para diferenciar capacidad y competencia en el mundo de Recursos Humanos es mejor poner ciertos límites a la primera. La capacidad no es absoluta, por ejemplo, un programador puede aprender otro lenguaje de programación -tiene la capacidad- pero no tiene sentido pensar que alguien en marketing tenga la misma capacidad.

Distinguir las habilidades y competencias permite fijar planes de crecimiento y favorece la movilidad

Precisamente para favorecer el movimiento entre puestos laborales. Un empleado puede querer cambiar a un puesto cercano al suyo. Si determinas que tiene la capacidad para aprender lo que se requiere en ese puesto puedes ayudarle a conseguirlo.

Las habilidades y competencias determinan la empleabilidad del candidato

Pero, ¿qué es exactamente la empleabilidad de una persona?

El término ‘empleabilidad’ hace referencia al potencial que tiene un individuo para acceder a un puesto de trabajo, desarrollarse en él y reorientarse hacia otro, tanto en base a las expectativas que tiene sobre su trayectoria profesional como en caso de pérdida del primero.

Diferencia entre empleabilidad interna y externa

Traído a la gestión de los RRHH, el concepto de empleabilidad tiene dos vertientes:

  • Empleabilidad interna: indica el nivel de competitividad que un trabajador tiene dentro de su empresa.
  • Empleabilidad externa: mide el nivel de competitividad de un trabajador en el mercado laboral.

De qué depende la empleabilidad

Sobre ambas inciden tanto factores externos como otros que dependen del propio empleado:

Se consideran factores externos aquellos que dependen del mercado laboral -como por ejemplo el equilibrio entre oferta y demanda, las desigualdades de género o edad, etc.

Están en cambio en manos del propio trabajador: sus niveles de formación, competencia, y adaptabilidad a las demandas de los empleadores.

Cómo identificar las habilidades y competencias

Para identificar las habilidades y competencias de los candidatos o empleados podemos utilizar diversas herramientas. Elegir unas u otras dependerá, sobre todo, de la condición de la persona: es decir, si se trata de un trabajador o de un aspirante.

Por ejemplo, en las fases iniciales de las entrevistas podemos valernos de pruebas psicométricas, realizar entrevistas por competencias, etcétera.

En el caso de los trabajadores, resulta de gran ayuda llevar a cabo evaluaciones del desempeño de manera automatizada.

Habilidades Evaluación del Desempeño

Algo que puede llevarse a cabo a través de un software para evaluar habilidades y competencias que, entre otros, evita sesgos y agiliza toda la gestión (generando informes, favoreciendo el acceso, etcétera).

¿Por qué? No solo permite valorar las habilidades laborales de cada empleado sino que permite planificar su plan de carrera y observar si necesita desarrollar sus puntos fuertes o formar sus puntos débiles para cumplir con las expectativas.

En definitiva, a la hora de cerrar cualquier proceso de selección, todo profesional de Recursos Humanos debería tener en cuenta tanto las capacidades como las competencias y las habilidades de quién esté evaluando. Mientras las segundas marcan el presente, las primeras apuntan al futuro de tu empresa.

Nuevas habilidades y competencias para un entorno incierto

El entorno profesional y empresarial ha cambiado. Hemos pasado de movernos rápido a un entorno volátil. De gestionar situaciones complicadas a navegar en una perversa complejidad. De un entorno donde era posible “imaginar” o “predecir” lo que iba a suceder a un entorno incierto y ambiguo. Y esto requiere nuevas habilidades y competencias:

  • Capacidad de dar la bienvenida al cambio, lo que implica no solo aceptar el cambio, sino aprender a ver en él todas las oportunidades que trae.
  • Competencias personales como la inteligencia emocional para sostener la incertidumbre y poder tomar decisiones aun cuando los datos son ambiguos.
  • Habilidades sociales y relacionales que nos activen la “mirada apreciativa” y el “bien pensar” para construir equipos de trabajo de alto rendimiento.
  • Coraje, creatividad, ser permisivos con el error y mentalidad de “experimentar” para crear nuevos productos o servicios en un futuro desconocido.
  • Capacidad de superar conflictos y humildad. Los conflictos ya no serán una posibilidad, sino una constante realidad. Utilizarlos para unirnos o para separarnos como equipo marcará la diferencia.

 

Hasta la próxima!

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junio 30, 2021
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