Así como el «modelo Netflix» independizó a los usuarios de los horarios de la grilla de programación, la economía digital está modificando radicalmente el trabajo tal y como se conoce.
Cada vez son más las empresas que consideran que no es necesario ir todos los días a la oficina ni cumplir con una dedicación full time. Esto, gracias a las ventajas que traen las nuevas tecnologías, que posibilitan el trabajo a distancia.
Ante la consulta de iProUP, el experto en derecho laboral, Julián de Diego, señala que ya hay 970.000 argentinos que realizan teletrabajo o «Home office».
De este total, 170.000 directamente «no pisan la oficina» o asisten muy de vez en cuando, mientras que los 800.000 restantes son teletrabajadores mixtos, un sistema que combina tareas a distancia con presenciales.
En otras palabras, el 16% de los 6,1 millones de asalariados que contabiliza la ANSES (excluyendo autónomos) se han sumado a las nuevas tendencias de contratación.
«El número crece a velocidades exponenciales», asegura de Diego a iProUP, quien enumera las tres modalidades más frecuentes en el país:
- Local: el empleado tiene su espacio de trabajo en la empresa y cada vez que se aleja recurre al «home office».
- Semitotal o de semivolumen: trabaja fuera de la oficina, pero reporta a sus superiores una vez por semana
- Nómade: puede trabajar dentro de la empresa, en espacios de coworking o bien desde su casa
«Imagínense cómo han ido cambiando las cosas. Desde los ejecutivos de cuenta, pasando por empleados de compañias de servicios y hasta los abogados aprovechan las posiblidades que ofrecen las nuevas tecnologías», asegura el letrado en diálogo con iProUP.
«En el caso de los abogados, por ejemplo, hoy se pueden contestar demandas en la provincia de Buenos Aires por correo eléctronico», ejemplifica.
Más aun, el experto anticipa un cambio de paradigma que ya comenzó y que promete avanzar sobre la mayoría de las profesiones, no sólo aquellas relacionadas con la tecnología.
Cambian los tiempos
A los profesionales de hoy no les alcanza con un buen salario. Prefieren elegir dónde trabajar, en qué momento y de qué forma. Esto da lugar a que el teletrabajo o «home office» crezca a pasos acelerados. Y así lo seguirá haciendo, a tal punto que aumentará a una tasa anual de 35% en los próximos años, de acuerdo con cifras de Frost & Sullivan.
¿Qué ocurre en Argentina? Un estudio de Randstad señala que esta modalidad:
- El 70% desearía desempeñar sus tareas desde su casa u otras locaciones
- Las personas de entre 25 y 34 años son las que más desean este formato (ocho de cada diez)
- Una gran mayoría (78%) considera que un trabajo más flexible contribuye a un mejor balance entre vida privada y empleo
- También una gran mayoría (80%) sostiene que el teletrabajo incrementa la creatividad, productividad y el nivel de satisfacción laboral
«Estamos frente a un proceso de cambio impulsado por los deseos y expectativas. En especial de los más jóvenes, que se ven atraídos por los formatos de mayor flexibilidad», afirma Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina y Uruguay, a iProUP.
«A la hora de elegir, prefieren mayor libertad, autonomía y esquemas que les posibiliten un mejor balance entre vida privada y empleo.
Las empresas están haciendo un esfuerzo para adaptarse a esta demanda y aggiornar sus estructuras, procesos y formas de organización. Apuntan a sistemas más flexibles», agrega.
A pesar del marco regulatorio argentino, la búsqueda de esa flexibilidad por parte de los empleados (y también de los empleadores) provoca que esta modalidad crezca, impulsada por dos factores clave.
«Forma parte de un fenómeno de origen social, de los cambios culturales. Los objetivos personales de los asalariados imponen nuevos paradigmas y resignifican el rol del trabajo y su relevancia en la vida», destaca Juan Pablo Peries, Gerente de InhouseServices de Randstad.
Agrega que esto «claramente se vincula al avance de la tecnología, que facilita procesos y tareas que hasta hace muy poco tiempo eran impensadas, convirtiendo en realidad la utopía de huir de la ciudad para trabajar frente a una pileta o, incluso, alejados a cientos de kilómetros».
En un principio fue la generación «Y» la que impulsó el cambio. Luego se dio una especie de efecto contagio y hoy las personas de todas las edades valoran esta posibilidad y se están volcando a esta opción, ya que les permite continuar enfocándose en sus objetivos personales.
«Es muy diferente el empleo remoto establecido como un beneficio asociado a algún día de la semana que, por ejemplo, extender esta modalidad a cinco días semanales. Es decir, a tiempo completo», aclara Periesa a iProUP.
En el primer caso, se trata de una práctica creciente desde hace unos años, ya sea por elección «voluntaria» de los empleadores como por «imposición» de los trabajadores. En el segundo (home office a tiempo completo en relación de dependencia), las empresas muestras opiniones encontradas.
Algunas firmas sostienen que los beneficios son múltiples. Otras, como IBM, han venido cuestionándose sus estrategias de teletrabajo, bajo el argumento de que «descuida las relaciones interpersonales, disminuye el sentido de pertenencia y la creatividad generada al tener a los equipos físicamente juntos, desalienta el trabajo en equipo y debilita el contacto con los clientes».
Control y gestión
El teletrabajo posee entre sus principales desafíos mantener la cultura de la empresa. Hay compañías que combinan equipos presenciales con remotos y estos últimos deben sentirse del mismo modo que quienes asisten a diario.
La mayoría autoriza uno o dos días de home office por semana para ciertas áreas. Hay otras empresas que lo extienden hasta cuatro días semanales e implementan los mismos mecanismos de control que utilizan para los empleados presenciales: por objetivos o en base a proyectos.
«Los indicadores de performance siguen siendo los mismos en un caso u otro, lo que permite premiar en base a los resultados más allá de la modalidad», comenta el ejecutivo de Randstad.
Por su parte, María Inés Calvo, directora de Atracción de Talento para Latinoamérica en Microsoft, remarca que en la empresa «es un formato ya instalado desde hace tiempo y es parte de nuestro marco de flexibilidad».
«Como flexibilidad y equilibrio vienen a ser diferentes conceptos para cada persona, incentivamos que cada colaborador defina junto a su manager la mejor modalidad de empleo y qué días trabajará desde su casa», afirma a iProUP.
Dentro de su programa, la compañía ofrece los siguientes beneficios:
- Flexibilidad horaria para que cada persona maneje cuánto tiempo le dedica a sus tareas
- Días compensatorios por viaje en sábado, domingo y feriados
- Semana corta en temporada de verano
«Buscamos promover un ambiente cuya base sea la confianza, la responsabilidad y el trabajo por objetivos, medido de acuerdo al impacto que cada uno genera», explica la ejecutiva.
En intive-FDV comenzaron implementando home office uno o dos días a la semana y hoy cuentan con teletrabajadores full time. Incluso, algunos viven en otras ciudades.
«Si trabajamos con nuestros clientes de manera remota, por qué no hacerlo con nuestros equipos», expresa Francisco Ronconi, People, Culture & Development Manager de la compañía. A su vez, cuenta que hace dos años adoptaron la modalidad ‘travacaciones’.
«No significa trabajar durante las vacaciones, sino extender el período de descanso y que trabajen desde dónde se encuentren», explica a iProUP.Y agrega: «Nosotros no tenemos un registro horario de los empleados, sino que cada uno debe cumplir ciertos objetivos».
La empresa desarrolló a la chatbot «Sheena», sistema por el cual registran qué hizo cada día y cuánto tiempo le designó a cada proyecto.
Fernando Judzon, COO de Virtualmind, comenta que en la compañía cuentan con la posibilidad de hacer home office una vez por semana, pero si alguien requiere quedarse en su casa algún otro día, puede hacerlo.
«Ser flexibles debe ser primordial para cualquier empleador. La idea es ir incorporando más días a lo largo del tiempo», remarca.
Según el vocero, en la firma descubrieron «que es más importante trabajar por objetivos que por horario cumplido. A su vez, las nuevas generaciones vienen planteando esta flexibilidad necesaria para una mejor performance».
«Si la persona tiene claro lo qué se espera de ella, podrá llevarlo a cabo en la oficina o en su casa. De todas formas, los vínculos laborales son muy importantes y tener reuniones cara a cara agiliza muchas tareas. Creemos que la tendencia va hacia algo moderado», añade.
Si bien no hay un régimen de control, en Virtualmind utilizan un software en el que se cargan tareas. «Uno debe confiar en sus colaboradores, en sus tiempos y modos de trabajar», considera.
Por su parte, Victoria Calabró, Sr. WorkplaceSpecialist de Eventbrite, remarca que «todos pueden trabajar desde casa en el momento en que lo necesiten».
«Las condiciones son contar con buena conexión a Internet y cumplir con el proceso de notificación a RR.HH. para que estemos al tanto de que ese día no se estuvo físicamente en la oficina. Todos los gastos corren por cuenta del trabajador», explica a iProUP.
La directiva añade que «se trabaja en equipo y por proyectos que generalmente son trimestrales». Y añade que «el foco está puesto en que la persona cumpla y alcance lo que la empresa y él se propusieron al momento de planificar el trabajo».
Además, cada uno de los empleados «mantiene reuniones periódicas con su manager para chequear el trabajo personal, en equipo y el avance del proyecto».
Estrategias de seducción
El salario ya no es determinante a la hora de retener a un empleado. De acuerdo con Global WorkplaceAnalytics, casi siete de cada diez personas prefieren realizar sus tareas de forma remota y el 36% lo antepone a un aumento.
«En términos de reclutamiento, la flexibilidad es positiva al ser un beneficio muy valorado. Además, permite que el talento que está en el interior del país también pueda trabajar en la empresa», señala el vocero de intive-FDV.
Por su parte, la responsable de Microsoft remarca: «Tener prácticas flexibles nos permite fortalecer nuestra estrategia de atracción y retención, mejorar la calidad de vida del personal y contar con colaboradores más satisfechos».
«El home office es muy apreciado por las nuevas generaciones, que consideran que acudir a una oficina de lunes a viernes es algo que no se ajusta a su esquema de vida», complementa el ejecutivo de Virtualmind.
Con el teletrabajo, las empresas también reducen costos de infraestructura, consumo eléctrico y mantenimiento; optimizan espacios y generan oportunidades para mucha gente que no podría acceder de otra manera, como personas con movilidad reducida o que tienen a alguien a cargo.
Si se priorizan los objetivos, se premia la productividad y se impulsa el desarrollo del talento, la flexibilidad se convierte en una aliada, ya que la productividad no está ligada al cumplimiento estricto del horario, al presentismo y a cantidad de horas que se pasa en la oficina.
Aquellas organizaciones que incorporen la flexibilidad como lema, lograrán una mejora sustancial en la motivación y el compromiso de sus empleados, sin incrementar sus costos.
La guerra por el talento en la economía digital exige empleos más flexibles. Las empresas lo saben, y se van adaptando a lo que viene o, mejor dicho, a lo que ya se hizo presente.