El Costo Total cuando se va un empleado

A pesar de las políticas de retención de las empresas y los momentos de dificultad que vivimos, cuando las personas muestran su intención de irse de una compañía, generalmente lo hacen. Ante la partida voluntaria de un trabajador no sólo debe afrontar un precio monetario explícito sino también “costos ocultos”.

Si bien en general no hay muchos datos oficiales acerca del nivel de rotación del personal actual, y varía según el país y la situación del mismo, cada vez más el nivel es “bastante alto”.

Los empleados talentosos son los más inquietos y los que más se replantean el contrato laboral.

Las empresas hoy son bastante conscientes de los costos de un alto nivel de rotación, sobre todo y entre otras cosas, por la poca disponibilidad de los reemplazos

La alta rotación es unos de los principales problemas que hoy enfrentan las compañías, sobre todo por la escasez de perfiles clave. Es un desafío con el que las empresas van a tener que convivir en los próximos años.

En la actualidad los ingresos y egresos los protagonizan los jóvenes profesionales y senior, que se van a otras compañías motivados no tanto por el salario sino con el objetivo de tener nuevas experiencias.

Es así que ante la partida voluntaria de un empleado,  las empresas enfrentan gastos de selección, capacitación y muchos otros gastos “ocultos” (en realidad no tan ocultos).

Los más importantes?

• La pérdida de productividad en el lapso entre que se va el empleado y llega su reemplazo
• La pérdida de conocimientos y know how
• El impacto sobre el clima laboral y el equipo
• La posible pérdida de lealtad por parte de los clientes
• Mal humor que genera entre los que permanecen en la organización al tener que hacer un mayor volumen de trabajo mientras se consigue el reemplazante

Por cada trabajador disgustado que se va, hay otros que se quedan. Puede ser que ellos no puedan reubicarse, o que sientan la presión de las “cadenas de oro” de los beneficios por retiro u otra razón. Así y todo, estudios revelan que cerca de un tercio de los empleados planean renunciar dentro de los dos años siguientes, es decir, que uno de cada tres empleados que trabaja para una compañía típica se habrá ido en dos años.

Estas cifras son aproximadamente el doble de las que la mayoría de las organizaciones se habían habituado a ver en las dos décadas pasadas.

Un “lindo” desafío para todos!

Staff Editor de Cursos Online Latinoamérica