La situación de la Responsabilidad Social Empresaria

Existe cierto aire regenerador que comienza a soplar, para que la situación de la RSE vaya cambiando.

 

Los integrantes de Cursos Online Iberoamérica, hemos trabajado mucho en el tema de la RSE. Recorriendo interesantes artículos como los de Miguel A. Moyano y Gerson Torres nos ha motivado a darle forma a algunos conceptos respecto a dónde nos encontramos y qué les falta a las empresas para abordar mejor este tema tan importante.

Así te encuentres directamente con estas inquietudes o no, te servirá este artículo para entender algunos conceptos que aquí se mencionan.

La realidad de hoy en día

Acostumbrados a escándalos políticos y financieros que nos invaden a diario y de corporaciones y medios de comunicación tan potentes e invasivos en nuestras vidas, por solo citar algunos… corremos el riesgo de quedar inmunizados ante la avalancha de realidad que refleja la verdadera esencia humana y su comportamiento social.
En todos los tiempos y todas las épocas, los hombres han encontrado en el grupo social, en la masa, el amparo ideal para atacar a sus semejantes y, en la medida de lo posible, transformarlos, dominarlos o cuando la subyugación no es posible, eliminarlos. Lamentable, pero es la cruda realidad…

El ser humano tiene la característica de ser un animal “de sociedad”, y de ello probablemente se deriva una gran parte del éxito de la especie y de su propia supervivencia. Sin embargo, y no es menos cierto, la masa reclama un cierto grado de sumisión y, a veces, de cierta “estupidez individual”. Para comprobarlo solo hay que observar de qué cosas somos capaces cuando actuamos en grupo y preguntarnos si lo haríamos igualmente al estar solos frente al espejo o confrontados a solas con el mismo objetivo, o si por el contrario, saldríamos espantados por el ridículo observado en nuestras propias sombras proyectadas en el suelo o simplemente por el miedo al no sentir el calor del colectivo a solas con el enemigo.

Y así es que vivimos tiempos donde la ceremonia de la confusión es asumida por la masa sin chistar, en los que la figura del líder no es cuestionada, la ideología impera sobre la voluntad y la razón queda muchas veces relegada a un segundo plano.

Si vamos al tema que nos ocupa, vemos que lo anterior también ocurre en materia de Responsabilidad Social Empresarial, una disciplina muchas veces en manos de las diferentes ideologías políticas e de intereses empresariales de dudoso origen.

Muchos referentes del mercado sacan pecho presumiendo de promocionar políticas de responsabilidad social cuando cometen “faltas” imperdonables en distintas materias (corrupción es la más clara…).
No parece lógico que si desde un determinado sector o grupo social se quiere solicitar algo a determinado colectivo, por ejemplo a las empresas, los medios a usar sean: activismo anti-empresa, anti-capitalismo, boicot, acusaciones infundadas y escasas habilidades de diálogo.

La responsabilidad social no avanza todo lo que debería, probablemente porque se encuentra huérfana y escasa de publicaciones serias, capacitación y caminos innovadores que ayuden a las empresas a comprender mejor los beneficios y el retorno de políticas estratégicas basadas en el desarrollo sostenible, de soluciones para implementar actuaciones y planes respetando el entorno y la sociedad en la que opera recibiendo a cambio el reconocimiento, la aceptación y la mejora de la reputación.

La “moralina” ha ganado la batalla de manera aplastante en una buena parte de la responsabilidad social. No es posible abanderar altos valores éticos perteneciendo a grupos o colectivos en los que se práctica cierto sectarismo o se utilizan medios como organizaciones sin fines de lucro o asociaciones para enriquecerse o hacer negocios lucrativos.
Pero a pesar de todo, es posible y deseable, que gracias a cierto aire regenerador que comienza a soplar, las cosas vayan cambiando.
Se puede engañar a todo el mundo una vez y a muchos algunas veces, pero lo que no se puede es engañar a todo el mundo todas las veces.

Una RSE diferente es bien posible

La responsabilidad social necesita profesionalizarse y que la demagogia se vaya desvaneciendo. Seguramente eso es lo que probablemente ocurrirá.
La sociedad necesita que las organizaciones sean socialmente responsables, pero desafortunadamente será un proceso más lento y universal del que sería deseable, debido al panorama en el que nos encontramos durante ya hace muchos años…

Pero tendremos que salir de nuestra zona de confort, la que dominamos sobradamente, para hacer las cosas de manera diferente. Buscando la colaboración, la cooperación, la participación, la implicación y el compromiso.
Uno de los mayores retos que tienen las organizaciones empresariales es poder establecer la Responsabilidad Social como valor estratégico organizacional basado en la construcción de lo interno, lo que permitirá fomentar en cada una de las líneas jerárquicas de sus trabajadores la importancia que tiene la misma en la generación de valor, y de allí, su reputación con los distintos públicos externos.

Las organizaciones empresariales, deben comenzar a trabajar más en lo interno, para que esto pueda fortalecer la cultura organizacional. Este proceso es quizás un poco lento, pero le brindará a la organización una mejor proyección de lo que realmente es.

No basta con crear un departamento de Responsabilidad Social y hacer un trabajo hacia lo externo, quizás muy valioso, cuando puertas adentro sus trabajadores lo desconocen o simplemente no reciben el mismo trato.

Cuando se mira hacia adentro y se fomenta el valor en los trabajadores, se crea un comportamiento denominado por Peter Drucker como “El trabajador responsable”, esto no es más que el asumir el compromiso de las actividades laborales y las metas organizacionales como propias, es dejar de ver el sitio de empleo como una carga que hay que sobrellevar para poder obtener una paga.

Lograr este cambio de actitud en lo interno permitirá un mayor crecimiento en la productividad, el estado de ánimo de cada uno de lo que hacen vida en la organización, la disminución de ausencias laborales, entre otros.
Cuando se habla de fomentar un valor en lo interno incluye a los principales embajadores de toda organización, el vigilante, el aseador y la secretaria, éstas son las personas quizás más importantes de una empresa, su sentido de pertenencia con la organización permitirá brindar una mejor imagen a quienes nos visitan.

Otro aspecto que se debe tomar en cuenta, es evitar crear el departamento de RSE sin la conexión con los distintos niveles jerárquicos, la alta gerencia, directivos y accionistas deben comenzar a ver la Responsabilidad Social más que un simple “compromiso” que cumplir, o un “gasto” que no se le ve la retribución económica de lo que se invierte.

Dar el paso hacia la Responsabilidad Social, debe iniciarse con el establecimiento de un Gobierno Corporativo, donde todos y cada uno de los involucrados conozcan y tengan la certeza de saber lo que se hará, el por qué y para qué del mismo, más aún, poder dar sus primeros pasos con el bien intangible que toda organización tiene, su gente.

En otras palabras, el establecimiento de la Responsabilidad Social en una organización debe ir de la mano con el cambio de cultura interna, el romper con los modelos creados por años y dar el paso hacia un crecimiento más humano, lo que muchos autores lo denominan como la “Humanización Organizacional”.

Esperamos que te haya sido útil. Hasta la próxima!

noviembre 3, 2019
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